viernes, 30 de octubre de 2015

Histerectomía: Vivir sin útero

Es la operación más frecuente en ginecología, después de la cesárea, y se realiza para curar dolencias uterinas que afectan la vida de muchas mujeres. Tras la cirugía desaparece la menstruación y no hay opción de embarazos. Conoce cuándo es necesario hacerla y cuáles son sus pros y sus contras.


Mónica tiene 45 años, tres hijos y múltiples miomas –tumores benignos que se desarrollan en el útero–. Mes a mes sufre intensos sangrados y muchos dolores que entorpecen su vida cotidiana. No quiere tener más hijos y desea que sus agudas molestias terminen. Su ginecólogo le sugirió la histerectomía, ya que ella es una candidata óptima para esta intervención, que junto con eliminar su útero se llevará también todos los malestares que la aquejan. “Si esta paciente no quisiera perderlo, los miomas, en su caso, podrían retirarse con cirugía y conservar así el útero. Sin embargo, dada su edad y ya que ella no buscará más embarazos, el procedimiento se puede aplicar sin problemas para Mónica”, explica el doctor Rodrigo Pineda, instructor adjunto de la Facultad de Medicina UC, especialista en uroginecología y gineco-obstetra de Red de Salud UC CHRISTUS.
Por qué y cuándo 
La histerectomía es la segunda cirugía ginecológica más frecuente del mundo. En los casos más graves –y en aquellos que no han respondido a otros tratamientos–, puede ser la opción indicada para poner fin a las distintas dolencias que afectan al útero, entre ellas:
1. Miomas: Son tumores benignos (no cancerosos) que crecen en el músculo uterino. La mayoría de las veces las mujeres que los tienen no presentan síntomas y, por lo tanto, no requieren tratamiento. Sin embargo, en algunas ocasiones pueden causar importantes sangrados y dolor. También se operan cuando su tamaño es tal que comprimen los órganos vecinos.
2. Prolapso uterino: Consiste en el desplazamiento del útero desde su ubicación normal hacia la vagina debido al debilitamiento y ensanchamiento de los ligamentos y de los tejidos pélvicos. Los partos, la obesidad y la pérdida de estrógeno después de la menopausia pueden contribuir a la aparición de esta enfermedad. Muchas veces la cirugía de corrección del prolapso implica realizar una histerectomía, no porque el útero esté enfermo, sino para reparar el prolapso.
3. Dolor pélvico: Puede tener muchísimas causas asociadas. La irritación de los órganos pélvicos, que produce adherencias o cicatrices, es la más común. Esta situación puede deberse a una endometriosis, a una infección o a una lesión. 
4. Hemorragia uterina anormal: Ocurre cuando hay un sangrado irregular, abundante o excesivo, que proviene del útero. Las causas son múltiples, pero se puede deber a miomas, cambios hormonales, infecciones uterinas o a un cáncer.
5. Endometriosis: Esta enfermedad aparece cuando el endometrio, que es el revestimiento interior del útero, crece fuera de él y sobre órganos adyacentes. Puede causar periodos menstruales muy dolorosos y problemas de infertilidad. A veces el tratamiento de los síntomas asociados implica realizar una histerectomía, siempre y cuando la paciente no quiera mantener la posibilidad de tener un embarazo en el futuro.
6. Cáncer: Dependiendo del tipo de cáncer ginecológico, la histerectomía es la única opción. A diferencia de las otras enfermedades, que sí tienen cirugías alternativas si se quiere conservar el útero. 
Efectos secundarios 
Después de realizar el procedimiento –que se podrá aplicar según cada caso en particular–, existen diversos efectos a los que hay que poner atención según el doctor Pineda. 
1. Físicos: Si no se sacan los ovarios, seguirán existiendo cambios hormonales como cuando había menstruación, pero no habrá sangrado. Si se extirpan, se producirán alteraciones similares a las de la menopausia. Estas pueden incluir bochornos, sequedad vaginal, sudoración nocturna, cambios del estado de ánimo u otros síntomas, por lo que a veces es necesario recetar hormonas a la paciente.
2. Emocionales: Algunas pacientes pueden sufrir depresión, disminución de su autoestima y sensación de pérdida de valor como mujeres al asociarse la histerectomía con el fin de la fertilidad. Otras, en cambio, ven la intervención como la liberación de un gran problema.
3. Sexuales: En términos físicos y técnicos no hay ningún desmedro. Por el contrario, la ausencia definitiva de dolor y de sangrado se traducen en una mayor disponibilidad para la actividad sexual, la que muchas veces mejora luego de la operación. 
Tipos de histerectomía
 Abdominal: Se efectúa mediante una incisión abdominal que puede hacerse en la misma ubicación en la que se hace una cesárea, incluso más pequeña.  
 Vaginal: El útero se saca a través de la vagina. Esto implica que no existirá una herida abdominal, lo que disminuye el dolor y el riesgo de infección de la herida operatoria.
 Laparoscópica: En este caso la operación se lleva a cabo mediante unos pequeños orificios en el abdomen. Posteriormente, se retira todo el útero por la vagina o por partes a través de los mismos orificios creados en la laparoscopía. Esta técnica se usa si no es posible realizar la cirugía por vía vaginal y para evitar hacerla por vía abdominal.
Riesgos asociados 
 El doctor Pineda explica que los peligros de la histerectomía son similares a los de cualquier otro tipo de operación. 
1. Anestesia: La cirugía se realiza con anestesia general y es posible que algunas mujeres se sientan irritables, cansadas o débiles unos días después o que presenten náuseas. 
2. Infecciones: Como con cualquier tipo de operación, siempre hay riesgo de infección. Si esto ocurre, el doctor indicará un medicamento para tratarla.
3. Sangrado: La posibilidad de que esto suceda, al igual que en toda cirugía, existe y esto es tratado durante el mismo procedimiento. 
4. Lesiones de órganos cercanos: Durante la intervención es posible lesionar algún órgano adyacente, por eso es fundamental que esta cirugía la practique un especialista. 

Vivir con una enfermedad uterina no cancerosa puede ser doloroso, agotador y muchas veces peligroso. Lo importante es que existen tratamientos y –en muchos casos– no es necesario renunciar a los embarazos. La histerectomía no es siempre la única opción.

Colaboración: Dr. Rodrigo Pineda, Ginecología y Obstetricia, Red de Salud UC CHRISTUS. 

lunes, 26 de octubre de 2015

Accidente Cerebrovascular- Video Educativo


Un accidente cerebrovascular sucede cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se detiene. Algunas veces, se denomina "ataque cerebral".

Si el flujo sanguíneo se detiene por más de pocos segundos, el cerebro no puede recibir nutrientes y oxígeno. Las células cerebrales pueden morir, lo que causa daño permanente.

Causas
Hay dos tipos principales de accidente cerebrovascular:

Accidente cerebrovascular isquémico
Accidente cerebrovascular hemorrágico
El accidente cerebrovascular isquémico ocurre cuando un vaso sanguíneo que irriga sangre al cerebro resulta bloqueado por un coágulo de sangre. Esto puede suceder de dos maneras:

Se puede formar un coágulo en una arteria que ya está muy estrecha. Esto se denomina accidente cerebrovascular trombótico.
Un coágulo se puede desprender de otro lugar de los vasos sanguíneos del cerebro, o de alguna parte en el cuerpo, y trasladarse hasta el cerebro. Esto se denomina embolia cerebral o accidente cerebrovascular embólico.
Los accidentes cerebrovasculares isquémicos también pueden ser causados por una sustancia pegajosa llamada placa que puede taponar las arterias.

Un accidente cerebrovascular hemorrágico ocurre cuando un vaso sanguíneo de una parte del cerebro se debilita y se rompe. Esto provoca que la sangre se escape hacia el cerebro. Algunas personas tienen defectos en los vasos sanguíneos del cerebro que hacen que esto sea más probable. Estos defectos pueden incluir:
Los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos también pueden ocurrir cuando alguien está tomando anticoagulantes, como warfarina (Coumadin). La presión arterial muy alta puede hacer que los vasos sanguíneos se revienten, ocasionando un accidente cerebrovascular hemorrágico.
Un accidente cerebrovascular isquémico puede presentar sangrado y convertirse en un accidente cerebrovascular hemorrágico.
La presión arterial alta es el principal factor de riesgo para los accidentes cerebrovasculares. Otros factores de riesgo importantes son:
  • Fibrilación auricular
  • Diabetes
  • Antecedentes familiares de la enfermedad
  • Colesterol alto
  • Aumento de la edad, especialmente después de los 55 años
  • Origen étnico (las personas de raza negra son más propensas a morir de un accidente cerebrovascular)
El riesgo de accidente cerebrovascular es también mayor en:
  • Personas que tienen cardiopatía o mala circulación en las piernas causada por estrechamiento de las arterias.
  • Personas que tienen hábitos de un estilo de vida malsano tales como el tabaquismo, una dieta rica en grasa y falta de ejercicio.
  • Mujeres que toman píldoras anticonceptivas (especialmente las que fuman y son mayores de 35 años)
  • Las mujeres embarazadas tienen un mayor riesgo durante el embarazo
  • Mujeres que toman terapia de reemplazo hormonal

Síntomas

Los síntomas de un accidente cerebrovascular dependen de qué parte del cerebro esté dañada. En algunos casos, es posible que una persona no se dé cuenta de que ha tenido un accidente cerebrovascular.
La mayoría de las veces los síntomas se presentan de manera súbita y sin aviso. Pero, los síntomas pueden ocurrir intermitentemente durante el primero o segundo día. Los síntomas por lo general son más graves cuando el accidente cerebrovascular acaba de suceder, pero pueden empeorar lentamente.
Si el accidente cerebrovascular es causado por sangrado en el cerebro, se puede presentar un dolor de cabeza. El dolor de cabeza:
  • Comienza repentinamente y puede ser intenso.
  • Puede empeorar al acostarse bocarriba.
  • Lo despierta si está dormido.
  • Empeora cuando se cambia de posición o cuando se agacha, hace esfuerzo o tose.
Otros síntomas dependen de la gravedad del accidente cerebrovascular y de la parte del cerebro afectada. Los síntomas pueden incluir:
  • Cambio en la lucidez mental (incluso, somnolencia, pérdida del conocimiento y coma).
  • Cambios en la audición.
  • Cambios en el sentido del gusto.
  • Cambios que afectan el tacto y la capacidad de sentir dolor, presión o temperaturas diferentes.
  • Torpeza.
  • Confusión o pérdida de memoria.
  • Dificultad para deglutir.
  • Dificultad para leer o escribir.
  • Mareos o sensación anormal de movimiento (vértigo).
  • Problemas con la vista, como disminución de la visión, visión doble o ceguera total.
  • Falta de control de esfínteres.
  • Pérdida del equilibrio.
  • Pérdida de la coordinación.
  • Debilidad muscular en la cara, el brazo o la pierna (por lo regular sólo en un lado).
  • Entumecimiento u hormigueo en un lado del cuerpo.
  • Cambios emocionales, de personalidad o de estado de ánimo.
  • Problemas para hablar o entender a otros que estén hablando.
  • Problemas para caminar.

Pruebas y exámenes

El médico realizará un examen físico completo para:
  • Verificar si hay problemas con la visión, el movimiento, la sensibilidad, los reflejos, la comprensión y el habla. El médico y el personal de enfermería repetirán este examen a lo largo de un período de tiempo para ver si el accidente cerebrovascular está empeorando o mejorando.
  • Auscultar las arterias carótidas en el cuello con un estetoscopio para ver si hay un ruido anormal, llamado soplo, que es causado por flujo sanguíneo anormal.
  • Revisar si hay presión arterial alta.
Le pueden hacer los siguientes exámenes para ayudar a encontrar el tipo, la localización y la causa del accidente cerebrovascular y descartar otros problemas:
  • Una angiografía de la cabeza para buscar un vaso sanguíneo que está bloqueado o sangrando.
  • Un dúplex carotídeo (ecografía) para ver si se han estrechado las arterias carótidas del cuello.
  • Una ecocardiografía para ver si el accidente cerebrovascular pudo haber sido causado por un coágulo sanguíneo proveniente del corazón.
  • Una angiografía por resonancia magnética (ARM) o angiografía por tomografía computarizada para ver si hay vasos sanguíneos anormales en el cerebro.
Otros exámenes incluyen:

Tratamiento

Un accidente cerebrovascular es una emergencia. Se necesita tratamiento inmediato. Llame al  número local de emergencias (como el 911 en los Estados Unidos) o busque atención médica de emergencia ante los primeros signos de accidente cerebrovascular.
Las personas que están experimentando síntomas de un accidente cerebrovascular deben llegar al hospital lo más rápido posible.
  • Si el accidente cerebrovascular fue causado por un coágulo sanguíneo, se puede administrar un fármaco trombolítico para disolverlo.
  • Para que sea efectivo, este tratamiento debe iniciarse dentro de las 3 a 4 1/2 horas posteriores al inicio de los síntomas. Cuanto más rápidamente se inicie este tratamiento, mejores serán las probabilidades de un buen desenlace clínico.
Otros tratamientos administrados en el hospital dependen de la causa del accidente cerebrovascular. Estos pueden incluir:
  • Anticoagulantes, como heparina o warfarina (Coumadin), ácido acetilsalicílico (aspirin) o clopidogrel (Plavix).
  • Medicamentos para controlar los factores de riesgo como la hipertensión arterial, la diabetes y el colesterol alto.
  • Procedimientos especiales o cirugía para aliviar los síntomas o prevenir más accidentes cerebrovasculares.
  • Nutrientes y líquidos.
La fisioterapia, la terapia ocupacional, la logopedia y la terapia de deglución se iniciarán en el hospital. Si la persona presenta problemas graves de deglución, probablemente será necesaria una sonda de alimentación en el estómago (sonda de gastrostomía).
El objetivo del tratamiento después de un accidente cerebrovascular es ayudarle a recuperar la mayor funcionalidad posible y prevenir accidentes cerebrovasculares futuros.
La recuperación  de su accidente cerebrovascular comenzará mientras usted esté todavía en el hospital o en un centro de rehabilitación. Y continuará cuando deje el hospital o el centro de rehabilitación para irse a casa. Asegúrese de asistir a las citas de control con su proveedor de atención médica después de ir a casa.

Grupos de apoyo

Hay apoyo y recursos disponibles en la Asociación Americana del Ataque Cerebral (American Stroke Association) en la página: www.strokeassociation.org.

Expectativas (pronóstico)

El pronóstico de una persona después de un accidente cerebro vascular depende de:
  • El tipo de accidente cerebrovascular.
  • La cantidad de tejido cerebral dañado.
  • Qué funciones corporales han resultado afectadas.
  • La prontitud para recibir el tratamiento.
Los problemas para moverse, pensar y hablar con frecuencia mejoran en las semanas o meses siguientes a un accidente cerebrovascular.
Muchas personas que han sufrido un accidente cerebrovascular seguirán mejorando en los meses o años siguientes a éste.
Más de la mitad de las personas que tienen un accidente cerebrovascular son capaces de desenvolverse y vivir en el hogar. Otras personas no son capaces de cuidarse sin ayuda.
Si el tratamiento con trombolíticos tiene éxito, los síntomas de un accidente cerebrovascular pueden desaparecer. Sin embargo, los pacientes con frecuencia no llegan al hospital a tiempo para recibir estos fármacos o no pueden tomarlos debido a una afección.
Las personas que tienen un accidente cerebrovascular por un coágulo de sangre (accidente cerebrovascular isquémico) tienen una mejor probabilidad de sobrevivir que aquellas que tienen un accidente cerebrovascular por sangrado en el cerebro (accidente cerebrovascular hemorrágico).
El riesgo de un segundo accidente cerebrovascular es mayor durante las semanas o meses después del primero. El riesgo empieza a disminuir después de este lapso.

Cuándo contactar a un profesional médico

El accidente cerebrovascular es una emergencia que debe tratarse de inmediato. Siga estos pasos para verificar si hay signos de un derrame cerebral para que sepa lo que debe hacer si usted piensa que se ha producido un accidente cerebrovascular. La acción más importante a tomar es llamar al número local de emergencias (911 en los Estados Unidos) si alguien tiene síntomas de este problema.
  • Mira la cara: Pídale a la persona que sonreír. Revise para ver si uno de los lados de la cara se inclina.
  • Comprobar los brazos: Pídale a la persona que levante ambos brazos. A ver si un brazo se desplaza hacia abajo.
  • Compruebe el habla: Pídale a la persona que repita una oración simple. Revise para ver si las palabras están mal articuladas y si la frase se repite correctamente.
  • El tiempo es muy importante: Si una persona presenta alguno de estos síntomas, el tiempo es esencial. Es importante llegar al hospital lo antes posible. Llame al número local de emergencias (911 en los Estados Unidos) de inmediato para asistencia de emergencia.

Prevención

Un accidente cerebrovascular es una emergencia que necesita tratamiento inmediato. El acrónimo F.A.S.T. es una manera sencilla de recordar los signos de un accidente cerebrovascular y lo que debe hacer si cree que ha sucedido uno. La acción más importante que debe realizar es llamar al número local de emergencias (como el 911 en Estados Unidos) para recibir asistencia de emergencia.
F.A.S.T. corresponde a las siglas en inglés de:
  • Cara (Face). Pídale a la persona que sonría. Revise si un lado de la cara cae.
  • Brazos (Arms). Pídale a la persona que levante ambos brazos. Vea si un brazo se mueve hacia abajo.
  • Habla (Speech). Pídale a la persona que repita un enunciado sencillo. Ponga atención a si arrastra las palabras y a si repite el enunciado correctamente.
  • Tiempo (Time). Si una persona muestra cualquiera de estos síntomas, el tiempo es crucial. Es importante llegar al hospital lo antes posible. Llame al 911. No pierda tiempo. 

Nombres alternativos

Enfermedad cerebrovascular; ACV; Infarto cerebral; Hemorragia cerebral; Accidente cerebrovascular isquémico; Accidente cerebrovascular de tipo isquémico; Accidente cerebrovascular hemorrágicoEnfermedad cerebrovascular; ACV; Infarto cerebral; Hemorragia cerebral; Accidente cerebrovascular isquémico; Accidente cerebrovascular de tipo isquémico; Accidente cerebrovascular hemorrágico

jueves, 22 de octubre de 2015

Octubre: Mes de Sensibilización sobre el Cáncer de Mama


El Mes de Sensibilización sobre el Cáncer de Mama, que se celebra en todo el mundo cada mes de octubre, contribuye a aumentar la atención y el apoyo prestados a la sensibilización, la detección precoz, el tratamiento y los cuidados paliativos.
Cada año se producen 1,38 millones de nuevos casos y 458 000 muertes por cáncer de mama (IARC Globocan, 2008). El cáncer de mama es, de lejos, el más frecuente en las mujeres, tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo. En los países de ingresos bajos y medios, su incidencia ha aumentado constantemente en los últimos años debido al aumento de la esperanza de vida y de la urbanización, así como a la adopción de modos de vida occidentales.
Los conocimientos actuales sobre las causas del cáncer de mama son insuficientes, por lo que la detección precoz sigue siendo la piedra angular de la lucha contra esta enfermedad. Cuando se detecta precozmente, se establece un diagnóstico adecuado y se dispone de tratamiento, las posibilidades de curación son elevadas. En cambio, cuando se detecta tardíamente es raro que se pueda ofrecer un tratamiento curativo. En tales casos son necesarios cuidados paliativos para mitigar el sufrimiento del paciente y sus familiares.
La mayoría de las muertes (269 000) se producen en los países de ingresos bajos y medios, donde la mayoría de las mujeres con cáncer de mama se diagnostican en estadios avanzados debido a la falta de sensibilización sobre la detección precoz y los obstáculos al acceso a los servicios de salud. El caso de María (véase más adelante) ilustra esta situación dramática que afecta a miles de mujeres en entornos con escasos recursos, pero que se puede cambiar si se implantan programas de salud pública adecuados.
La OMS fomenta los programas integrales de lucha contra el cáncer de mama como parte de los planes de lucha contra el cáncer. Las estrategias recomendadas de detección precoz para los países de ingresos bajos y medios son el conocimiento de los signos y síntomas iniciales y la demostración de cómo se realiza la autoexploración de la mama. Los programas de detección mamográfica son muy caros y solo resultan viables en países con una buena infraestructura sanitaria que se puedan costear programas a largo plazo.

Fuente: who.int

viernes, 16 de octubre de 2015

Control prenatal periódico es clave para un embarazo sin complicaciones

En el marco de la Movilización Nacional para la disminución de la mortalidad materna y del recién nacido 2014 – 2018, la OPS/OMS Paraguay reitera la importancia del control prenatal periódico como eje para un embarazo sin complicaciones, además de una alimentación saludable, sin automedicación ni  consumo de alcohol, tabaco u otras drogas.
El control prenatal es primordial para preservar la salud de la madre y del bebé durante el embarazo. Abarca no sólo análisis laboratoriales (pruebas de hemograma, glicemia, tipificación, VIH y VDRL), sino también inspecciones físicas periódicas a cargo de profesionales médicos, de manera a garantizar un embarazo feliz, con el nacimiento de una criatura sana.
La atención prenatal se brinda en los diversos centros asistenciales del Ministerio de Salud Pública, con servicios son gratuitos.
Recomendaciones para evitar complicaciones durante el embarazo
- Evitar el consumo de taco, bebidas alcohólicas, y otras drogas que perjudican la salud de la madre y del bebé
- Asistir regularmente al control prenatal, siguiendo las recomendaciones del médico partero/a, cuidando especialmente el peso y la presión arterial
- Consumir solamente los medicamentos indicados por el médico
- Mantener una alimentación rica en frutas, verduras, huevo, leche y carne. Disminuir el consumo de sal y azúcar; en lo posible, evitar las comidas con mucha grasa
- No exponerse a ningún tipo de radiografía durante el embarazo, excepto por indicación médica
- Es sumamente importante realizarse el PAP y las pruebas para detectar infecciones de transmisión sexual: VDRL para sífilis y test rápido para VIH; por lo menos dos veces durante el embarazo
- Proceder a la vacunación antitetánica, para evitar el tétanos neonatal o mal de 7 días.
Los primeros 60 minutos son claves en una emergencia obstétrica
El tiempo desempeña un papel fundamental al momento de asistir una emergencia obstétrica, puesto que si no se actúa oportunamente, el riesgo de mortalidad es inminente.
En ese sentido, personal de salud se encuentra en vías de capacitación para actuar ante una emergencia obstétrica, dentro de los primeros 60 minutos de vida.
La actividad se desarrolla en el marco de la Movilización Nacional para la disminución de la mortalidad materna y del recién nacido, que busca disminuir en un 20% estas defunciones en el lapso de cuatro años.
La directora del Programa de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud, Dra. Karen Díaz, reiteró la importancia de que el personal de blanco identifique con exactitud cuáles son los síntomas de alarma. Ante un sangrado, pérdida de líquido por la vagina, o si la embarazada presenta síntomas que refieren una hipertensión, como primera medida se debe brindar los primeros auxilios, compensando a la paciente para luego derivarla a un nivel de mayor complejidad.